Edición Especial para Valles del Esla.
El "buen comer" se puede considerar desde dos puntos de vista distintos: como una necesidad y como un placer. En primer lugar, el hombre necesita alimentarse para mantener su salud y actividad. Con este fín, y dado su caracter omnívoro, puede utilizar una amplia variedad de alimentos que le proporcionan la energía y todos los nutrientes, en calidad y cantidad suficientes para asegurar un adecuado estado de salud y desarrollo.
La segunda faceta del "buen comer", la alimentación como fuente de placer, se basa en el hecho de que aunque una persona necesite una cantidad determinada de energía y nutrientes, es decir, aunque tenga una sola forma de nutrirse, a estas necesidades puede hacerlas frente a partir de un abanico muy amplio de alimentos que conforman distintas dietas o modos de alimentarse.
En este sentido, la selección y consumo de alimentos que constituyen la dieta normal de un individuo están regulados por muchos factores, aparte de los nutricionales, que en conjunto, determinan los hábitos nutricionales.