La desnutrición en el paciente hospitalizado es el resultado de la compleja interacción entre enfermedad, alimentación y nutrición. Cuando el estado nutricional es deficiente, se compromete el retraso en la recuperación, se prolonga la estancia hospitalaria, se incrementa la tasa de reingresos prematuros, se facilita una mayor susceptibilidad a la infección y se altera sensiblemente la independencia del individuo y su calidad de vida, contribuyendo a aumentar la morbimortalidad y repercutiendo negativamente en los costes sanitarios.
En España, la prevalencia de desnutrición de los pacientes hospitalizados se ha estimado entre el 30 y el 50%, y al igual que en otros países, aumenta a medida que se prolonga la estancia hospitalaria.
Según el reciente estudio PREDYCES® (Prevalencia de la Desnutrición Hospitalaria y Costes Asociados en España), el 23% de los pacientes ingresados en un hospital español están en riesgo de desnutrición.