Para ello, ha creado Nestlé Health Science, una compañía independiente controlada al cien por cien por la multinacional suiza y que presidirá el ejecutivo catalán Luis Cantarell (Barcelona, 1952).
En su primera entrevista a un medio de comunicación español, el alto directivo aclara que el objetivo de la mayor compañía de alimentación del mundo no es convertirse en una empresa farmacéutica, sino contribuir a que la población envejezca con mayor calidad de vida. “Vemos que existe un mundo entre las farmacéuticas y la alimentación que claramente es una magnífica oportunidad de crear valor para la compañía y para la sociedad”, afirma Cantarell, que, hasta enero, mantendrá su actual cargo de responsable máximo de Nestlé para todo el continente americano.
“Esta nueva empresa –argumenta– no quiere ser una compañía farmacéutica, porque no pretendemos curar; pretendemos prevenir y mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos”. Así, Cantarell asegura que Nestlé Health Science puede contribuir a reducir la cada vez más abultada factura sanitaria de los países, donde los ministros, “más que ser ministros de salud, son realmente ministros de la enfermedad, porque no se trabaja en la prevención”.
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