La ministra de Sanidad, Elena Salgado, admitía hace sólo unos días que el vino -ese producto contra el que tanto ha luchado- puede tener «eventuales beneficios» para la salud. A partir del próximo mes de julio esta afirmación va a estar prohibida por ley. Al menos, en lo que se refiere a la publicidad. La propia Salgado se encargó ayer de señalarlo en el Senado: el mes que viene entra en vigor el reglamento europeo de alegaciones nutricionales, por lo que «no se podrá realizar ninguna alegación de propiedades saludables para ninguna bebida con un contenido alcohólico superior al 1,2 por ciento», según afirmó la ministra.
La medida afecta al vino, la cerveza y la sidra natural. Es decir, a todas las bebidas con algún contenido alcohólico excepto a la cerveza sin. A los productores, el reglamento no les toma por sorpresa y saben que, al tratarse de una directiva europea, es de obligado cumplimiento. Sin embargo, reprochan al Gobierno no haber defendido en Europa sus productos.
«No han sabido luchar»
Así lo señaló Rafael del Rey, director general de la Federación Española del Vino (FEV). «España no ha sabido luchar ante el resto de países de la Unión Europea para que esta normativa no saliera adelante», aseguró. A su juicio, «la ministra sigue dejando claro cuál es su idea», en alusión a los últimos convenios firmados para regular la publicidad de las bebidas alcohólicas.
A su juicio, prohibir todo tipo de alusión a las propiedades saludables es «injusto», porque «lo razonable, y lo que pedimos al Gobierno, sería poder decir lo que estuviera científicamente contrastado». Además, recuerda que la entrada en vigor de la norma «contradice lo que nos prometió el presidente del Gobierno, que dijo que no se haría nada contra nuestro sector sin antes consultarlo».
Los productores de cerveza tampoco acogieron con satisfacción el anuncio de la ministra. Aunque puntualizan que las marcas de cerveza «no incluían este tipo de alegaciones en su publicidad, por lo que el Reglamento no les afectará en la práctica», aseguran que, se diga o no, la prohibición no anulan los estudios científicos que han hallado beneficios para la salud en las bebidas. «Estas medidas no invalidan la realidad reconocida por la comunidad científica de que un consumo moderado de cerveza (u otras bebidas fermentadas como el vino) por parte de adultos sanos puede tener efectos beneficiosos para el organismo, en el contexto de una dieta equilibrada», aseguró en un comunicado Jorge Olalla, director de Cerveceros de España.
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